El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) estimó una caída de 2,7 % en el producto interno bruto (PIB) de América latina en 2020, y un retroceso generalizado a nivel global, producto del impacto del coronavirus.
“América Latina ha tenido un rendimiento inferior al de los mercados emergentes durante mucho tiempo, en parte debido al bajo crecimiento de la productividad, por lo que bajamos nuestra previsión regional de +1,1% a -2,7%, una contracción mayor que en la crisis financiera mundial”, sostuvo la entidad internacional.
El informe actualizó previsiones iniciales formuladas a principios de año y a raíz de la pandemia, proyectó recesiones en casi todas las economías de la región, con una contracción a nivel mundial del orden 1,5% para 2020.
Asimismo, “con muchos exportadores de productos básicos en la región y un espacio fiscal generalmente limitado, esperamos que el impacto del Covid-19 sea fuerte incluso si el virus no se propaga ampliamente en la región”, advirtió la entidad.
En ese marco, según el IIF, “en Argentina, proyectamos un tercer año de crecimiento profundamente negativo, lo que complicará cualquier normalización de las condiciones económicas y financieras”, al proyectar una caída de 3,1% del PIB.
Para México se espera también una importante disminución de su PIB de 2,8%, ya que “el impacto golpea bajo malas condiciones de arranque después de años de crecimiento decepcionante. Incluso bajo una fuerte recuperación en 2021, la producción se mantendrá muy por debajo de la tendencia”.
Brasil “se encuentra en una situación similar, ya que creemos que ya había mucha capacidad ociosa en la economía en 2019, y se proyecta una caída del producto de 1,8%”, agregó la entidad.
“Plan Marshall”
Naciones Unidas pidió ayer una ayuda por valor de 2,5 billones de dólares a modo de un “plan Marshall” para contrarrestar los efectos de la epidemia de coronavirus en los países en desarrollo.
Esa ayuda se dividiría en un billón de dólares en derechos especiales de giro, la condonación de deuda a esos países por valor de otro billón, y 500.000 millones para financiar el “plan Marshall” propiamente dicho en forma de subvenciones para la recuperación económica. Se supone que la crisis va a ser más grave que la sufrida en 2008.