La feria de tecnología móvil más importante del mundo que tenía previsto celebrarse en Barcelona entre el 24 y 27 de febrero, Mobil World Congress (MWC), fue cancelada hoy por sus organizadores, tras una ola de deserciones de multinacionales del sector por el temor a la propagación del coronavirus.
El Comité de GSMA, asociación que aglutina a las empresas de telecomunicaciones a nivel global y organizadora del MWC de Barcelona, se reunió de urgencia esta tarde por videoconferencia para dar una respuesta a la situación de incertidumbre que generó la retirada masiva, del evento, de compañías tecnológicas.
La reunión se precipitó luego de que la alemana Deustche Telekom, las británicas British Telecom y Vodafone y la francesa Orange, además de la finlandesa Nokia, se sumaran a la lista de bajas, que ya incluía a una treintena de empresas, entre ellas los gigantes Facebook, Amazon, Sony, LG, Ericsson, Nokia, Rakuten e Intel.
Tras más de seis horas de reunión, por medio de un comunicado, el director ejecutivo de la organización, John Hoffman, anunció la cancelación del MWC, una abrupta decisión que contrasta con los pronunciamientos de las autoridades locales que insistieron en que no existe ningún riesgo sanitario.
“Con el debido respeto al ambiente seguro y saludable en Barcelona y el país anfitrión hoy, GSMA canceló el MWC Barcelona 2020 ante la preocupación global con respecto al brote de coronavirus. La preocupación por los traslados y otras circunstancias, hacen que sea imposible que GSMA celebre el evento”, indicó la nota.
Y, remarcó que “las partes anfitrionas respetan y entienden esta decisión” por lo cual, añadió, seguirán trabajando mutuamente para “el MWC Barcelona 2021 y futuras ediciones”.
El MWC es el congreso y feria de telefonía móvil más importante del mundo con 2.800 expositores y esperaba recibir en esta edición a más de 100.000 personas, de 200 países, entre ellos CEOs de empresas y representantes políticos.
Las máximas autoridades sanitarias de España, el gobierno regional de Cataluña, y municipal de Barcelona habían coincidido en que no existía un riesgo de salud pública que justifique la cancelación del evento.
“No hay ninguna razón de salud pública que nos aconseje tomar ninguna medida adicional respecto a ningún evento o acontecimiento en Cataluña y España”, aseguró hoy el ministro de Sanidad de España, Salvador Illia.
España evaluó a 38 personas, de las cuales solo 2 fueron confirmadas como infectadas por el virus, una en las islas Canarias y otra en Mallorca, según el ministro de Sanidad.
“No hay motivo sanitario para cancelar ningún evento. Barcelona y Cataluña están acostumbradas a recibir muchas personas durante todo el año, y desde hace semanas estamos en contacto con organizadores de cualquier evento importante, como el Mobile”, dijo por su parte Alba Vergés, la responsable de sanidad del gobierno catalán.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también había enviado un mensaje de “calma y prudencia” ante la crisis por la alerta mundial del coronavirus, al afirmar que “no hay motivo para aplicar medidas de emergencia” en la ciudad condal, ya que no hay ningún caso en la península, mientras el sistema sanitario está preparado para actuar si se detecta algún caso.
Ante las primeras deserciones de empresas por la alerta mundial ante el coronavirus, los organizadores del MWC acunaron medidas de prevención, como que a todos los asistentes al evento se les tomaría la temperatura, y que los participantes llegados de Hubei, la provincia china donde se encuentra Wuhan, foco del coronavirus, directamente no podrían acceder.
Además, explicaron que todas las personas procedentes de China deberían demostrar que estuvieron fuera del país en los últimos 14 días antes del evento.
Pero las medidas no fueron suficientes para evitar frenar la sangría de empresas, entre las que figuraban miembros del consejo de la GSM, como Vodafone y Orange.
La cancelación de la feria tendrá un costo millonario y aún no está claro quiénes lo asumirán, así como un impacto colateral para la economía local, ya que se preveía ingresos de casi 500 millones de euros para Barcelona.