Un estudio realizado por científicos de China concluyó que el coronavirus mutó en al menos 30 cepas diferentes. 

La investigación estuvo a cargo de Li Lanjuan y un equipo científico de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China. Una de las conclusiones que se desprendieron del informe es que diferentes cepas afectaron distintas partes del mundo y esto podría provocar dificultades para desarrollar una vacuna funcional, lo que significaría que las autoridades sanitarias subestimaron la peligrosidad del Sars-CoV-2. 

Según informó The Jerusalem Post, el equipo de científicos chinos analizó las cepas de 11 pacientes de coronavirus elegidos al azar de Hangzhou, donde se reportaron 1.264 casos. Luego se probó el grado de eficiencia del virus para infectar y matar células.

Se detectaron más de 30 mutaciones diferentes, de las cuales 19 estaban sin descubrir. Las cepas más agresivas generaban hasta 270 veces más carga viral que las más débiles, y mataron a las células humanas más rápido.

“Sars-CoV-2 adquirió mutaciones capaces de cambiar sustancialmente su patogenicidad. La verdadera diversidad de las cepas virales aún se subestima en gran medida”, aseguró Li en el informe.

El coronavirus es tratado en hospitales de todo el mundo como una enfermedad. Todos los infectados reciben el mismo tratamiento, independientemente de la cepa del virus. Los científicos chinos que elaboraron el informe sugirieron que “definir las mutaciones en diferentes regiones podría cambiar la forma en que abordamos la lucha contra el virus”.

“El desarrollo de una vacunas es urgente, pero debe tener en cuenta el impacto de las mutaciones acumuladas para evitar posibles dificultades”, afirmaron Li Lanjuan y su equipo.

Los científicos chinos afirman que se subestimó la capacidad de mutación del virus. (AP)