Apenas comenzó la cuarentena por el inminente avance de la pandemia, se produjeron tres “liberaciones” de detenidos en la cárcel de Bouwer; en rigor, el encierro se transformó en prisión domiciliaria. La primera fue de un imputado en la causa Euromayor, el contador Oscar Cerutti (70), que por razón de su edad y por afecciones preexistentes se transformó en integrante de grupo de riesgo ante el coronavirus. Al día siguiente, fueron condenados Eduardo Brandolín y Miguel Ángel Valente (65, ambos), pero enviados a su casa por tener severas dolencias físicas que sugerían peligro frente a un eventual contagio del Covid-19. 

A partir de esos primeros días del receso sanitario en Tribunales y ante el avance de las cifras, comenzaron a “llover” los pedidos de liberación domiciliaria de los internos en Bouwer. Más allá de esas tres salidas, no hubo respuestas positivas por coronavirus.

En las últimas horas se conocieron las salidas a su hogar de dos internos: un condenado por robo calificado, de 70 años, y Miguel Ángel Mitre (69), juzgado en la Cámara 8ª del Crimen como supuesto “entregador” en el asalto a la financiera de Nueva Córdoba. Pero se ha insistido después de estas prisiones domiciliarias que en ambos casos el motivo no fue el coronavirus sino las severas afecciones que ambos tienen y que hacen inconveniente su permanencia intramuros.

El primero de ellos tiene diabetes tipo 1, es insulinodependiente y arrastra otras dolencias que lo obligan a salir y entrar de la cárcel para someterse a tratamientos médicos e internaciones. Es más, las autoridades penitenciarias recomiendan su hogarización.

Mitre también sufre diabetes, tiene hipertensión y obesidad mórbida.

Respecto de más de un centenar de requerimientos de abogados para sacar a sus clientes de Bouwer y continuar el encierro en el domicilio por la amenaza del coronavirus, fuentes judiciales aclaran que ninguno de esos pedidos tuvo respuesta positiva.

Luego de esas tres primeras salidas, el criterio en Tribunales 2 parece haber variado, sin fisuras. A cargo de la mayoría de los trámites (también hay fiscales de Instrucción o jueces de Ejecución) ha estado la Cámara 3ª del Crimen, el tribunal que dispuso el traslado a sus domicilios de Mitre y el otro recluso.

Pero también esta cámara, a cargo de los recursos por coronavirus durante este período de receso sanitario, ha rechazado más de 100 pedidos, todos por considerar que la pandemia no es motivo suficiente para abandonar el penal. Para llegar a esta postura, solicitaron un informe al Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC), cuya respuesta sostiene que el coronavirus no está en Bouwer, ya que no se registran internos contagiados ni tampoco individuos con síntomas.

Mientras esto sucede, se asegura que si se mantienen las restricciones a las visitas y se sostiene el “bloqueo” al virus, resulta muy difícil desde el punto de vista epidemiológico que haya infectados. Paralelamente, también se han analizado alternativas para adecuar instalaciones si se detecta algún caso, confirmado o sintomático.

Más allá de esto, el criterio de no liberar por coronavirus se sostiene mientras la “barrera sanitaria” siga firme. A renglón seguido, se aclara que todo es dinámico y, si las condiciones varían, pueden tomarse otras decisiones.

Penal. Por ahora, nadie prevé que als puertas de la cárcel se abran para habilitar masivas prisiones domiciliarias. (Ramiro Pereyra/Archivo)