Por estos días, Poco ortodoxa (Unorthodox) está entre los diez contenidos más vistos por los argentinos en Netflix. La miniserie alemana tiene cuatro capítulos de poco menos de una hora y propone una historia tan particular como universal.  

Deborah Feldman publicó en 2012 un libro biográfico, en el que relataba su infancia y juventud en una comunidad judía ortodoxa en Williamsburg, Nueva York. Allí se crío con sus abuelos paternos y su lengua materna fue el yidis. Sin embargo, desde pequeña siempre estuvo en conflicto con las reglas que le imponían y tenía por costumbre hacer más preguntas de las que estaban dispuestos a responderle. 

Luego de un matrimonio arreglado a los 17 años y de ser madre a los 19, terminó dejando la comunidad, estudió literatura, se fue a vivir a Berlín y allí publicó su historia. 

La nueva miniserie de Netflix se basa en el libro de Feldman pero se toma algunas licencias. Así lo explica una de sus creadoras, Alexa Karolinski: “Era muy importante hacer cambios en nuestra historia y diferenciarla de la vida real de Deborah Feldman. Porque ella aún es joven, es una figura pública, una intelectual, y queríamos que la vida de Esther (la protagonista de la serie) en Berlín fuera muy diferente de la vida de Deborah. Los flashbacks están basados en el libro, pero la historia en sí es totalmente inventada”. 

Poco ortodoxa es la primera serie que retrata la comunidad jasídica, además de estar hablada en gran parte en yidis. Según cuenta  Alexa Karolinski en un detrás de escena disponible en Netflix, los judíos de Satmar son una comunidad jasídica originaria de Hungría. Casi todos son descendientes de los sobrevivientes del Holocausto, que formaron la comunidad en Nueva York después de la guerra. 

Los flashbacks de la serie, cuando se muestra la vida de Esther Shapiro en Williamsburg, dan la sensación de estar viendo una película de época, tanto por la ambientación como por el vestuario. El nivel de precisión en la recreación de ese universo no es casual, ya que fue uno de los objetivos centrales de las creadoras.

“Sabíamos que era importante que la gente involucrada, tanto actores como todo el equipo, fuera de esta comunidad. Uno de los primeros que contratamos fue a Eli Rosen, que es actor, traductor y algo así como especialista en el tema yidis. No sólo tradujo los guiones sino que entrenó a los actores en yidis y nos ayudó con los detalles culturales. También interpretó al rabino”, cuenta Alexa. 

Y la directora Maria Schrader remarca la importancia de no caer en estereotipos ni prejuicios: “Hubo que trascender los clichés e ir más allá de nuestra proyección sobre lo que la vida podría ser en una comunidad como esa. Era muy importante transmitir no sola la apariencia, la sensación, el vestuario y los rituales de manera correcta, sino también las ideas de los personajes de manera que se sintieran auténticas y resaltarlas, porque en definitiva es televisión”. 

Un ejemplo de la minuciosidad a la hora de dar vida a la comunidad jasídica es el momento en que tiene lugar la boda de la protagonista. La celebración fue filmada en 48 horas y tuvo a 100 extras trabajando. Cuentan las realizadoras que el vestuario y el maquillaje (más complejo en hombres que en mujeres), fue todo un desafío. El resultado, inmejorable. 

Historia universal

“Tratan con un idioma que nadie entiende, con costumbres y rituales que nadie entiende, pero la esencia de lo que sucede se entiende universalmente”, asegura Deborah Feldman sobre la serie inspirada en su vida.  

Es que si bien Poco ortodoxa se refiere a un culto específico en una ciudad determinada, lo cierto es que la historia puede extrapolarse a otras situaciones o contextos. La miniserie habla de cumplir sueños, de encontrarse uno mismo y del lugar que se quiere habitar en el mundo, aunque eso signifique romper las estructuras más rígidas. 

“Es una historia hermosa, muy singular, que muestra dos lados. No es una historia sobre la existencia de Dios ni nada parecido, es más sobre el derecho a tener voz propia”, asegura Shira Haas, quien da vida a la protagonista.  

La actriz israelí hace un trabajo conmovedor, tiene una voz magnífica y es sin dudas el motor de la serie. Su vida personal tiene mucho que ver con la historia que le toca contar, ya que su abuelo estuvo encarcelado en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial y fue un sobreviviente del Holocausto.

En el detrás de escena de Poco ortodoxa, Deborah Feldman destaca la importancia de que se haya hecho esta serie y que se vea en una plataforma global como Netflix: “Gente como yo nunca ha tenido la oportunidad de verse reflejada en historias de la cultura popular”. Ahora sí. 

Para ver

Poco ortodoxa. Netflix. 2020. Alemania. Creada por Alexa Karolinski y Anna Winger. Dirigida por Maria Schrader. Guion: Deborah Feldman, Daniel Hendler, Alexa Karolinski, Anna Thomson, Eli Rosen. Con Shira Haas, Jeff Wilbusch, Amit Rahav y Aaron Altaras, entre otros. Fotografía: Wolfgang Thaler. Apta para mayores de 13.

La actriz israelí Shira Haas en el papel de Esther Shapiro. Foto: Netflix
Los protagonistas. Shira Haas (Esther Shapiro) y Amit Rahav (Yanky Shapiro). Foto: Netflix
Fuera de cámara. La actriz israelí Shira Haas y Deborah Feldman, la escritora del libro biográfico en que se basa la serie. Foto: Netflix
Deborah Feldman, su esposo e hijo. Foto: Daily Mail.
La boda de la protagonista en “Poco Ortodoxa”. Foto: Netflix