“No podemos trasladar el virus al interior de nuestro país y tenemos que ser responsables, para minimizar los riesgos ante esta epidemia cuando vuelva el fútbol argentino. Hemos decidido que la vuelta a los entrenamientos va a ser cuando todo nuestro país se encuentre en Fase 4”. La frase de Claudio Tapia, presidente de AFA, tiene varias lecturas y dejó mucha tela para cortar.

No está en discusión la importancia de evitar las prácticas en lugares en que el coronavirus está haciendo mucho daño. Pero… ¿qué ocurriría si el foco del Covid-19 estuviese en el interior del país y no en el Amba?

La medida de no dejar que los clubes de “ciudades blancas” se entrenen con los respectivos protocolos dentro de sus instalaciones ya se torna caprichosa.

Incluso hasta para los propios futbolistas es menos riesgoso entrenarse por su cuenta en el predio de su entidad que salir a correr a la calle con todo el resto de la gente.

Lo que dijo Tapia este martes se entiende desde el punto de vista que es injusto que unos equipos saquen ventaja respecto a otros si vuelven antes a entrenar. Pero queda la sensación, una vez más, que si la cuestión fuese al revés la medida no sería la misma y el show continuaría sin los del interior.

“Lo de Tapia es absurdo. Es como si el ministro de Educación dijera que hasta que no estemos todos en Fase 4, nadie va a clase porque los chicos del interior van a superar a los del Amba”, lanzó por lo bajo un directivo del fútbol cordobés.

Números dudosos

“Luego de haber hecho un padrón donde hemos encontrado que de los 123 equipos profesionales que componen el fútbol argentino, el 59 por ciento de dichos equipos se encuentran en el Amba. Y así mismo, el padrón de jugadores que hoy componen profesionalmente al fútbol argentino, siendo más de 3.900, el 75 por ciento de los jugadores que militan en el interior del país se encuentran en el Amba”, explicó el presidente de AFA este martes.

La última cifra es la que más ruido hace. Históricamente han sido más los jugadores que el interior aportó a Buenos Aires que viceversa. Y hoy, al menos acá en Córdoba, sigue ocurriendo lo mismo.

En el plantel de Instituto, que tiene cerca de 30 jugadores, solo Damián Arce se encuentra en el Amba (está en Ezeiza).

En Talleres, los únicos que están en esa zona de riesgo son Facundo Medina y Jonathan Menéndez.

Mientras que en Belgrano los que están viviendo en Buenos Aires son Rodrigo Erramuspe, Ivo Costantino y Sebastián Luna. Lo mismo ocurre con el DT Ricardo Caruso Lombardi.

Por último, Estudiantes de Río Cuarto asegura que no tiene a un solo futbolista allí.

Es decir que entre cerca de 100 jugadores, solo seis hoy están en lugares de alto riesgo. Muy lejos del 75 por ciento que lanzó “Chiqui”.

Eso sin contar que todos los de Juniors, Racing, Peñarol y el resto de nuestros equipos no tienen futbolistas en el Amba. Por ahora, imaginar a la pelota rodando en lo que queda del 2020 parece por demás utópico.

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El presidente de AFA, Claudio Tapia, expresó su deseo de que la principal categoría de ascenso del país culmine su temporada (Foto: Archivo / AP).