Más de 330 personas murieron este lunes por coronavirus en Brasil, lo que elevó el número de fallecidos a 4.543, mientras en el estado Amazonas se registró un récord de sepulturas, a la espera de una autorización del gobierno federal para enviar un avión con 2.000 ataúdes y evitar el colapso del sistema funerario de su capital.

El Ministerio de Salud de Brasil informó que además de los 338 nuevos deceso, la cifra de contagiados por coronavirus es de 66.501 en todo el país, ubicado en el puesto 11 del mundo.

Mientras que el epicentro de la pandemia sigue siendo San Pablo y, en segundo lugar, Río de Janeiro; el brote en Manaos, la capital del estado de Amoazonas, colapsó completamente el sistema sanitaria y mortuario de la ciudad.

Las autoridades municipales informaron que hubo récord de sepulturas -140 en las últimas 24 horas-, así como dos cremaciones.

Antes de la epidemia de coronavirus, el promedio diario de entierros en Manaos era de 30.

La mayoría de los entierros de las últimas horas ocurrieron en el cementerio de Nossa Senhora Aparecida, donde el alcalde tenía excavadas fosas comunes para hacer frente a la gran demanda.

En este contexto, la Asociación Brasileña de Empresas y Directores del Sector Funerario de Brasil (Abredif) aseguró que espera una respuesta del gobierno nacional poder enviar ataúdes a zonas como la Amazonas

“Necesitamos inmediatamente 2.000 ataúdes” porque “la matemática no cuadra” teniendo “cerca de 1.000 ataúdes en en stock y más de cien funerales por día”, se lamentó Lourival Panhozzi, presidente de la Abredif.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, el estado Amazonas, que limita con Venezuela, Colombia y Perú, registró hasta el momento 3.928 casos y 320 muertes, pero las cifras reales podrían ser mucho mayores debido al creciente aumento de entierros en Manaos y la falta de testeos, aún en muchos fallecidos.

Para evitar un posible desabastecimiento de urnas funerarias, Abredif solicitó al gobierno de Bolsonaro la cesión de un avión que transportara 2.000 ataúdes desde Campinas, municipio del estado de San Pablo, hasta Manaos.

En caso de que la respuesta del gobierno sea negativa, Panhozzi prevé hacer un llamado a las funerarias más próximas, a pesar de las “complicaciones logísticas” que esto podría suponer.

“Por su localización geográfica, Manaos es la zona más preocupante de todo Brasil porque el abastecimiento es muy dificultoso” y el 70% de la producción de urnas funerarias, añadió Panhozzi, tiene lugar en la región sudeste del país, con lo que se necesitan entre diez y doce días por carretera para hacerlas llegar al estado de la Amazonas.

Para intentar minimizar la demanda del sistema funerario, las autoridades de Manaos habilitaron un servicio de cremación gratuito y establecieron que las fosas tengan camadas triples, es decir, que sean más profundas para colocar hasta tres ataúdes.

En medio de la caótica situación del estado de Amazonas, el papa Francisco llamó este fin de semana al arzobispo de Manaos, Leonardo Steiner, para expresarle su solidaridad y expresar su preocupación por los pueblos indígenas y las víctimas por coronavirus.

No para de crecer la cantidad de víctimas en Brasil por el coronavirus.