En el medio de la pandemia, los sectores de la economía del conocimiento fueron los que más rápido se adaptaron al aislamiento y tienen capacidad para ayudar al país a salir del estancamiento económico actual.

Sin embargo, las empresas involucradas advierten que es necesario un marco normativo claro, algo que se tornó incierto luego de que el Gobierno suspendiera, en enero, la vigencia de la ley para el sector, aprobada el año pasado por unanimidad.

En marzo se presentó un proyecto para reformar esa norma, pero la cuarentena frenó su tratamiento. El sector espera que el Poder Legislativo lo trate lo antes posible, pero pide que se modifique para que el proceso tenga celeridad y rápido impacto.

“Cuando se aprobó la ley de software, las empresas tardaron años en despegar. Ahora no tenemos ese tiempo porque el país requiere que este sector se dinamice para ayudar a generar empleo y divisas”, dijo Luis Galeazzi, presidente de Argencon, que nuclear a empresas de la economía del conocimiento.

El ejecutivo presentó, en un encuentro virtual con periodistas, un informe sobre la evolución sectorial del que participaron Martín Umaran, de Globant; Roberto Wagmaister, de Grupo Assa; Sergio Kaufman, de Accenture, y Santiago Mignone, de PwC Argentina.

Crecimiento contenido

Galeazzi señaló que, en los últimos años, las exportaciones del sector tuvieron un crecimiento importante hasta 2011 y, a partir de allí, se estancaron.

El año pasado mostró una baja interanual de 7,3 por ciento, con un monto de 6.088 millones de dólares, debido a la devaluación, el cepo cambiario, los derechos a las exportaciones y la incertidumbre política.

En el empleo también se notó un aumento sostenido hasta 2008 y un freno desde 2011. Aun así, en 2019 se generaron 437 mil nuevos puestos de trabajo, 0,6 por ciento superior a 2018, mientras el empleo total del país caía.

Aunque estos números muestran que la economía del conocimiento es uno de los pocos que avanzan en la crisis, Galeazzi sostiene que el país perdió terreno en el mundo.

“El crecimiento global del sector entre 2010 y 2018 fue de 92 por ciento. Si Argentina lo hubiera seguido, habría creado 98.427 puestos de trabajo y generado 3.936,9 millones de dólares más por exportaciones”, agregó.

Mignone, en tanto, advirtió que “cuando un país pierde relevancia, tiende a ser desplazado y reemplazado por otro, porque este sector no requiere inmovilizar grandes inversiones de capitales”.

“Argentina no es un jugador mundial masivo, pero sí es exportador de talento y valor agregado. Esto es lo que hay que cuidar”, acotó Wagmaister.

A dos velocidades

En un sector diverso, los rubros se movieron en forma diferente en estos años. Los servicios informáticos, apuntalados en la ley de software, crecieron en volumen (neteado el efecto precio) 60 por ciento respecto a 2010.

En cambio, los servicios profesionales, que son el 58,6 por ciento del total, el año pasado se ubicaron 13 por ciento por debajo del volumen de 2010, pese a un repunte desde 2015.

Para Argencon, la diferencia tiene que ver con que los primeros tuvieron una ley de promoción y el resto estaba pendiente de que se pusiera en marcha la norma ahora suspendida.

“La inseguridad jurídica conspira contra la creación de nuevos emprendimientos y contra la transformación digital”, subrayó Wagmaister. Mignone dijo que PwC tenía un plan para ampliar su plantel de 1.200 a cuatro mil personas y esto se frenó por la ley.

Galeazzi remarcó que los servicios profesionales tienen un alto potencial porque no tiene el techo en recursos humanos que sufre en cambio el sector informático.

Umaran destacó que la incertidumbre actual afecta a las pymes que pueden exportar y crecer. Kaufman coincidió que el mundo digital “pone en claro que puede haber una federalización de las empresas y muchas más pymes en cualquier lugar del país”.

Un sector con potencial

437 mil

Empleo. Es la cantidad de puestos de trabajo registrados que tenía la economía del conocimiento en 2019. Representa el 6,8% del total nacional.

Exportaciones. El año pasado se exportaron 6.088 millones de dólares de servicios basados en el conocimiento.

Composición. Los servicios profesionales representaron el 58,6% del monto exportado en 2019; el software y los servicios informáticos participaron con el 28,4%; los servicios personales, culturales y recreativos, aportaron el 7,6%; y los cargos por propiedad intelectual, el 4,4% restante.

Aceleración. La industria del software ha tenido un crecimiento exponencial en Córdoba. (Javier Ferreyra/Archivo)