1) Doble Nacionalidad.
Ana de Armas es la mujer sensación de la industria cinematográfica global. No sólo porque su currículum suma prestigio día a día, sino porque la confirmación de su romance con Ben Affleck propaga su nombre con mayor velocidad gracias a los sitios gossip. 

Con recientes prestaciones para Neflix (Sergio) y la nueva entrega de la saga James Bond (con estreno postergado por pandemia), la actriz cubana de 32 años vio multiplicada su imagen de modo exponencial. Es probable que jamás haya imaginado algo así en su niñez en Santa Cruz del Norte (Cuba), su ciudad de nacimiento, ni en su adolescencia como estudiante de la Escuela Nacional de Arte de Cuba. Quizás haya sentido mayor proximidad cuando emigró a España a mediados de los 2000, luego de conseguir la nacionalidad por sus abuelos. 

2) Serie de despegue. No tardó mucho Ana en hacer pie en el entretenimiento español. A un año de su arribo, y con el precedente de haber actuado en el filme Una rosa de Francia (2005), ya encarnaba un personaje potente en una realización de alcance popular. 

Fue en El internado (Antena 3), serie de adolescentes que se mantuvo durante siete temporadas cuando nociones como streaming u on demand no estaban desarrolladas. 

Ana hacía de una colegiala por más que ya tuviera 19, pero su cara angelical le permitía disimular el salto etario. 

Consolidada, se mostró dispuesta para hacer cine y atender cualquier llamado de la vida. Atendió el de su colega Marc Clotet, con quien se casó en 2011 para separarse al año y medio. Sin ataduras, entonces, puso proa a Hollywood en 2014 para probar suerte. 

3) Salto al futuro. Para hacer camino en Hollywood es imprescindible un inglés sin fisuras y un agente de representaciones que consiga papeles acordes al potencial de su intérprete. 

Ana de Armas cumplió en ambos frentes y se vio tirando diálogos con pesos pesado de la actuación encarnando personajes periféricos. Y así fue hasta el protagónico en Blade Runner 2049 (2017), que la obligó a posar en las red carpets junto a Harrison Ford, Ryan Gosling y Jared Leto. Esa situación de repetirá hacia fin de este año tan particular, en el que formará tándem junto a Daniel Craig en la última película del actor en la franquicia 007, No Time to Die. ¿Ana de Armas será “Chica Bond”? Sí, pero una muy especial, de acuerdo a lo que expresa en el próximo punto. 

4) Su palabra. “Las ‘Chicas Bond’ han sido retratadas por un tipo específico de mujer. Lo asocio con algún tipo de perfección y belleza más allá de lo normal, con cosas con las que no coincido. Me sorprendí cuando el director me llamó y me dijo ‘el personaje no está escrito, pero queremos que lo hagas vos’”, reveló Ana para American Way.

De hecho, esa predisposición la llevó a aceptar el papel: sin condicionamientos, lo construyó a su manera, evitando estereotipos utilizados con anterioridad y dando un giro al concepto de chica Bond. Ana de Armas: “Por lo general, las chicas Bond necesitan ser rescatadas. O mueren. O son malvadas. Necesitaba leer el guion. Costó un poco, pero al final me enviaron las escenas. Es importante, porque quiero aportar algo más a la historia con mi personaje”.

5) Compañera ideal.
Sergio también contribuyó a que Ana sea estrella refulgente de Hollywood. El filme reconstruye la historia del diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello, fallecido en un atentado de Al Qaeda a la sede de la ONU en Bagdad, durante la intervención norteamericana en Irak. 

De Armas interpreta a la argentina Carolina Larriera, una economista dedicada al trabajo humanitario que se enamoró de Sergio cuando éste fue administrador provisional de Naciones Unidas en Timor Oriental (1999 a 2002).

“La conocí cuando rodamos en Brasil. Nos sentamos a hablar, nos contó muchísimas historias, de su amor, de cómo se conocieron, de cómo fue para ella el atentado… Su personaje me pareció súper interesante porque, además de haber sobrevivido al ataque, tuvo que seguir adelante después de haber perdido al amor de su vida”, cerró Ana.  

Ana de Armas, en una secuencia de “No Time to Die”. (IMDB)