En diciembre la actividad industrial tuvo una variación de 1,4% interanual. Con estos datos, la actividad industrial cerró el 2019 con una caída de -6,3%, según el Centro de Estudios Económicos (CEU) de la Unión Industrial Argentina.

El análisis destacó que el año pasado terminó con una caída de la producción industrial de -13,0% respecto de 2015 y de -17,5% respecto al máximo de 2011. 

En términos per cápita (computando el crecimiento vegetativo argentino) la caída respecto de 2011 fue de -24%.

De este modo, el CEU explicó que la industria necesitaría 10 años seguidos de suba al 4,0% anual para volver al nivel de nueve años atrás.

En particular, la industria automotriz fue la que más se contrajo en 2019, al registrar una caída de -32,5% y alcanzar el nivel de producción más bajo desde el 2005. La contracción de 2019 se vinculó principalmente con una fuerte reducción de las ventas al mercado interno (-48%) y con caída de las exportaciones (-17%).

“Este resultado refleja la fuerte contracción de la demanda interna con una caída del consumo privado del -7,8% (acumulado 3 trimestres de 2019) y del bajo dinamismo del mercado externo en un escenario de gran volatilidad macroeconómica con presión sobre el tipo de cambio, la inflación, la tasa de interés y los costos energéticos, tributarios y logísticos”, analizó el documento fabril.

Los resultados muestran la fuerte contracción de la demanda interna con una caída del consumo privado y el bajo dinamismo exportador, dijo el CEU. 

La caída interanual fue mayor en el primer trimestre del año (-9,6%) por la mejor base de comparación que había dejado el primer trimestre de 2018, antes del primer salto cambiario.

Luego la caída se estabilizó en torno al -4,0%/-5,0% entre el segundo y tercer trimestre y finalmente se moderó a -2,7% en el cuarto, ya con una muy baja base de comparación anterior.

“El rebote que se esperaba para la segunda parte del año no llegó por el impacto de la devaluación de agosto 2019 y el stress financiero desatado luego del reperfilamiento de la deuda del Tesoro y la fuerte suba de las tasas de interés. De esta forma, la mayor caída desestacionalizada ocurrió en el tercer trimestre del año (-1,8%)”, comentó el CEU.

En 2019, la tasa de adelantos en cuenta corriente, fundamental para financiar el capital de trabajo, alcanzó niveles récord de 90% en septiembre de 2019 y promedió 67,1% en el año. Esto implicó una suba de 1.861 puntos básicos respecto al 2018. Descontando la inflación, la tasa de interés real fue de 8,9% en promedio (con récord de 20,8% en septiembre). 

Los altos niveles de tasas de interés han generado en 2019 una caída interanual de los préstamos al sector privado en términos reales del orden del -23% para el total y del -30,5% para los préstamos en pesos. 

Con estos datos, los montos prestados al sector privado, descontando la inflación, se ubicaron por debajo del promedio de los últimos diez años, apenas por encima de lo prestado en 2007.

A nivel sectorial, todas las ramas registraron caídas de la actividad en el año, excepto alimentos y bebidas cuya producción se recuperó por la mejora de la molienda, en particular de soja, tras la fuerte sequía de la campaña de 2018.

Las mayores caídas de la actividad fueron en los sectores automotriz, metales básicos, metalmecánica y minerales no metálicos.

Por su parte, la industria de metales básicos acumuló una caída de -8,0% en 2019 por la contracción de la producción siderúrgica (-11,2%), mientras la de aluminio se mantuvo estable (-0,1%). La industria metalmecánica registró la tercera mayor contracción (-7,5%), siendo carrocerías, remolques y semirremolques, fundición y autopartes los rubros que más cayeron.

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